Consejo Regional de Conservación de Suelos | Aumentar los rendimientos conservando el suelo
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Aumentar los rendimientos conservando el suelo

En Argentina, si bien el éxito de una campaña depende de la disponibilidad de agua de lluvia en el momento y cantidad oportuna, también existen técnicas agronómicas para eficientizar el aprovechamiento de dicho recurso.

Siembra cortando la pendiente

Marcos Barbora, Ingeniero Agrónomo, asesor privado e integrante del Consejo Regional de Conservación de Suelos Río Cuarto, explica que una de estas técnicas es sembrar cortando la pendiente, la cual consiste en trazar los surcos de siembra en dirección perpendicular a la pendiente del terreno, siguiendo una línea de nivel.
Tras varios años de mediciones a campo, algunos investigadores encontraron que sembrar de esta manera permite aumentar el rendimiento entre un 8% y 19% más que cuando se hace a favor de la pendiente, al tiempo que promueve el cuidado del suelo ante la erosión hídrica. “Disminuye problemas que ocasiona el exceso de agua en el campo, en los caminos y las poblaciones”, sostiene el especialista.

Doble objetivo
Esta técnica, ya sea en línea recta o en contorno, tiene un doble objetivo, según comenta Barbora: “Por encima del suelo, que las líneas de plantas del cultivo detengan las partículas de suelo suelto y las fracciones más pequeñas del rastrojo y, en conjunto, retengan el agua que escurre superficialmente, formando pequeños embalses. Mientras que por dentro del suelo, la cuchilla de labranza va cortando y aflojando la línea de siembra. Son éstos tajos en el suelo los que facilitarán el ingreso del agua contenida por esos minúsculos diques justo donde están las raíces del cultivo”.

Sembrar de esta manera permite aumentar el rendimiento entre un 8% y 19% más que cuando se hace a favor de la pendiente, al tiempo que promueve el cuidado del suelo ante la erosión hídrica.

Sembrar a favor de la pendiente
Cuando se hace lo contrario y se siembra a favor de la pendiente, “no se forma esa barrera de tallos y quedan las partículas de suelo y la cobertura susceptibles a ser arrastradas por el agua que escurre”, explica Barbora. “Con el agravante de que a medida que el agua comienza a moverse superficialmente, se va abriendo camino pendiente abajo por lugares donde el suelo le ofrezca menor resistencia, dejando raíces descubiertas, menos agua y pérdida de suelo superficial en las lomas y media lomas”, agrega.
Es común encontrar en lotes sembrados de esta manera, amplios surcos de erosión que pueden ser el resultado de varias lluvias de 25 mm o producto de una lluvia de 80 mm. “Surcos que irán aumentando su tamaño ya que funcionan como vías de drenaje de cualquier gota de lluvia que el suelo no pueda absorber en el instante que cayó”, manifiesta el ingeniero. “En caso de que el lote donde se generó el escurrimiento tenga una parte baja y plana, allí se depositará el agua y el suelo que se perdieron en las partes altas y con pendiente. Lo que también será un problema si el encharcamiento dura varios días o si es muy seguido”, agrega.
Si la zona de encharcamiento se rebalsa o si no existe, el escurrimiento pasará al campo de un vecino y al de otro y a una calle y así llegan los problemas producidos por los “excesos hídricos”.

Es común encontrar en lotes sembrados a favor de la pendiente, amplios surcos de erosión que pueden ser el resultado de varias lluvias de 25 mm o producto de una lluvia de 80 mm.

Poco común
Barbora sostiene que hoy es poco común divisar un lote sembrado en contorno o como mínimo cortando la pendiente, en cambio aumenta la frecuencia de aparición de surcos y cárcavas de variadas dimensiones, producto de la no adopción de la técnica. “Esto sucede por cuestiones que van desde el desconocimiento del problema generado, sumado a la costumbre muchas veces heredada, hasta la practicidad de laborear el lote ‘a lo largo’, con el objetivo de hacer menos maniobras de cabecera; pasando por el pequeño aumento de tiempo operativo, consumo de combustible y desgaste de la maquinaria que significaría sembrar cuidando el suelo y aprovechar el agua de lluvia que actualmente se está escapando”.
La siembra cortando la pendiente solo demanda, y por única vez, el análisis del terreno y de trazado de las líneas madres de siembra, lo que hace que sea una técnica sencilla, de retornos inmediatos y sostenidos año tras año.

La siembra cortando la pendiente solo demanda, y por única vez, el análisis del terreno y de trazado de las líneas madres de siembra, lo que hace que sea una técnica sencilla, de retornos inmediatos y sostenidos año tras año.

“Ahora el productor, además de elegir qué y cuándo sembrar, con qué y con cuánto fertilizar para mejorar el rendimiento de su cultivo, podrá también aumentar la producción mejorando el aprovechamiento que hace del agua de lluvia y, a la vez, proteger el suelo de la erosión hídrica” concluye el ingeniero.