Consejo Regional de Conservación de Suelos | Chucul: Con prácticas de conservación de suelos, revierten problemas de erosión hídrica y destrucción de caminos
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Chucul: Con prácticas de conservación de suelos, revierten problemas de erosión hídrica y destrucción de caminos

Una experiencia positiva que se logra gracias al trabajo conjunto entre el Consorcio de Conservación de Suelos y el Consorcio Caminero

Sistematización con curvas de nivel

Ante la necesidad de hacer frente a la erosión hídrica y las grandes dificultades ocasionadas por las lluvias en calles y caminos de la zona, en el año 2018 se creó el Consorcio de Conservación de suelos Al-Bol Chucul.  Esta entidad trabaja en conjunto con el Consorcio Caminero 332 en diferentes obras que precisamente buscan minimizar los efectos de la erosión y conservar los suelos.

Su experiencia de trabajo es muy alentadora ya que, tras la aplicación de diferentes prácticas tanto en los caminos como en los predios rurales, han obtenido excelentes resultados que se pueden observar tranqueras adentro (en suelos con menor erosión y mayor capacidad de retención de agua) y tranqueras afuera (en caminos y calles que ahora se pueden transitar sin inconvenientes).

Así se encontraban los caminos >>

Así están ahora >>

Caminos-reparados Chucul

¿Qué fue lo que se hizo?
Ricardo Castañeira, Presidente del Consorcio Caminero de Chucul, describe las obras llevadas adelante:

“Empezamos a trabajar en conjunto con el Consorcio de Conservación elaborando planos hidrográficos de la cuenca en la que estábamos, que tiene 60 mil hectáreas. Se trazaron curvas de nivel y en base a eso se construyeron terraplenes. Este avance, que en principio fue muy lento, pero luego se fue dinamizando, nos permitió solucionar un problema que para nosotros tenía más de 70 años. Así también comenzamos a canalizar algunas calles, abovedándolas, de manera que fue disminuyendo el impacto de la erosión hídrica”.

En este sentido, Castañeira cuenta que se construyeron canales con máquinas retroexcavadoras, para organizar el curso del agua que corre por propia pendiente o porque algunos campos aún siguen descargando en los caminos. “En vez de profundizar la cuneta, la canalizamos a ambos lados”, explica.  Así, “el agua no rompe el camino, corre por el canal y/o queda acumulada unos días hasta que el suelo la absorbe”, agrega.

Tranqueras adentro, se confeccionaron curvas de nivel y terraplenes. Tranqueras afuera se construyeron canales en las calles.
Producto de estas prácticas, hoy se observa una disminución significativa de la erosión hídrica en los campos, mayor retención de agua de los suelos, ausencia de cárcavas y caminos que se pueden transitar sin incovenientes.

Curvas de nivel

Reparando caminos

Piedras en los cruces
Otra de las prácticas llevadas adelante es la colocación de piedras en los cruces de los caminos, por donde las cunetas traen grandes volúmenes hídricos. Así se evita la formación de cárcavas y permite que esos cruces se consoliden. “El agua corre sobre la piedra y esa piedra, con el peso permanente de los vehículos que transitan a lo largo del año, va formando vados. Estos encuentros suelen darse donde las calles se cruzan perpendicularmente”, explica Ricardo.

Colocación de piedras en cruces

Vale el esfuerzo
Castañeira asegura que “no fue un trabajo sencillo», sin embargo los resultados son muy gratificantes. “Los cursos de agua se han corregido. Todas las prácticas hechas no sólo beneficiaron a quienes trabajamos en los Consorcios sino a todos los productores de la zona dado que ya no tienen erosión hídrica en sus campos, no se forman cárcavas y además han mejorado la retención de agua de los suelos, lo que a su vez mejora las cosechas”.