Consejo Regional de Conservación de Suelos | Ordenamiento territorial: una alternativa de solución al problema de las inundaciones
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Ordenamiento territorial: una alternativa de solución al problema de las inundaciones

El Ingeniero José Manuel Cisneros, miembro del CRCS Río Cuarto, explica que el ordenamiento territorial requiere de acciones conjuntas para controlar la problemática, bajo el principio general de que “cada cuenca debe hacerse cargo de su propia agua”, en la medida de lo posible.

 

Tanto para los problemas de erosión hídrica en los suelos de las cuencas altas de la provincia de Córdoba, como para los de inundación o anegamiento en los sectores bajos, una de las estrategias de solución que se propone es elordenamiento territorial. Es decir, un plan consensuado en el que cada porción del territorio cumpla una cierta función en relación al conjunto (producción, protección, regulación, etc.).

El ordenamiento territorial implica un plan consensuado en el que cada porción del territorio cumpla una cierta función en relación al conjunto (producción, protección, regulación, etc.).

El Ingeniero José Manuel Cisneros,docente de la UNRC y miembro del Consejo Regional de Conservación de Suelos Río Cuarto (CRCS), explica que algunas tierras se anegan porque fueron mal usadas, es decir, no se debería haber hecho agricultura en ellas porque no tienen esa aptitud de uso. “Primero hay que definir la calidad del campo. Si son naturalmente pantanosos, salitrosos, son campos que siempre estuvieron con agua; entonces el productor no se puede quejar cuando pierde una cosecha en esa tierra, sabe que es un campo inundable”.

Debido a que en cierto momento no se analizó la calidad del suelo antes de sembrar, hoy existen campos marginales sometidos a la agricultura. “El productor busca ampliar su zona de siembra al máximo, a veces lo hace sobre la tierra salitrosa para obtener una hectárea más de producción agrícola. Entonces, cuanto más se arrima a las zonas de riesgo, más peligro corre su producción”, explica Cisneros.

El productor busca ampliar su zona de siembra al máximo, a veces lo hace sobre la tierra salitrosa para obtener una hectárea más de producción agrícola. Entonces, cuanto más se arrima a las zonas de riesgo, más peligro corre su producción
Erosión de caminos rurales

Erosión de caminos rurales.

Ordenar el territorio
Tiene que ver con “hacer lo que se debe hacer en cada lugar del territorio para lograr un desarrollo sustentable”, según este especialista. La Provincia viene desarrollando diferentes instrumentos de políticas públicas con ese objetivo, por ejemplo a través de la implementación de buenas prácticas, de la reforestación de cuencas, de la formación de consorcios de conservación de suelos y el desarrollo de obras hídricas. Asimismo lleva adelante estudios sobre el funcionamiento actual de las cuencas hídricas (qué cantidad de canales hay, quién los hace, si están autorizados o no, etc.).

La Provincia viene desarrollando diferentes instrumentos de políticas públicas con ese objetivo, por ejemplo a través de la implementación de buenas prácticas, de la reforestación de cuencas, de la formación de consorcios de conservación de suelos y el desarrollo de obras hídricas.

En este sentido, el ingeniero Cisneros comenta que desde el Consejo Regional de Conservación de Suelos de Juárez Célman y con financiación de la Provincia, se realizará un estudio que implica tomar las cuencas una por una y hacer un plan de ordenamiento. “Este plan exige ver cómo está la situación hoy, cómo funciona, cuál es la proyección y cuáles serían los planes alternativos para ordenar la cuenca en base a ciertos objetivos”. Y para él los objetivos serían: en primer lugar proteger los centros urbanos; segundo, cuidar los caminos para que se pueda transitar;y en tercer lugar cuidar las tierras rurales, los campos de producción. 

El accionar del Consejo
Desde el Consejo Regional de Conservación de Suelos Río Cuarto sostienen la premisa de que “el agua debe quedar y usarse en el lugar donde cae”. Cisneros afirma que esta idea es aplicable en las cuencas altas, es decir, las zonas onduladas o pie de sierras, porque ahí es donde se generan las crecientes y porque, además, son zonas con pendiente. “Ahí es donde deben hacerse los mayores esfuerzos para la conservación de suelo, que el agua quede en el suelo, no salga y se use para producir. Para ello son necesarios trabajos de sistematización de lotes, microembalses que permiten la salida del agua más controlada y zonas empastadas para que la escorrentía no produzca cárcavas”.

Sin embargo, aclara que el hecho de retener el agua en el lugar donde cae implicamejorar la tasa de infiltración (o absorción) en el suelo, es decir, «hacer rotación de cultivos, mantener los suelos cubiertos, descompactar los suelos…». 

Tierras ordenadas. Terrazas en funcionamiento.

Para las zonas bajas, inundables, el ingeniero plantea que, idealmente, «cada cuenca debe hacerse cargo de su propia agua», y cuando vengan eventos extraordinarios, diseñar un sistema que combine retención en lagunas y desagote regulado. “La evacuación de áreas inundadas debe ser controlada con diferentes tipos de canales y controlar las salidas que comunican las lagunas, para no afectar a los de abajo; ya sean pueblos, caminos o campos”.

El hecho de retener el agua en el lugar donde cae implica mejorar la tasa de infiltración (o absorción) en el suelo, es decir, hacer rotación de cultivos, mantener los suelos cubiertos, descompactar los suelos...

Planes en conjunto
Desde el CRCS sostienen que para poder contrarrestar las problemáticas de las inundaciones se necesita “una planificación conjunta y consensuada entre autoridades, técnicos, municipios y productores”.“El Estado tiene que encargarse de hacer los planes en conjunto con los técnicos, intendentes y productores. Pero éstos últimos tienen que involucrarse en el plan, en su diseño.Participar y tomar conciencia de que ellos son parte del problema y de la solución a la vez, y ver qué parte les toca ejecutar dentro de lo propuesto para que todo mejore”, concluye el especialista.